A diferencia de lo que mucha gente cree, la discapacidad auditiva es el déficit sensorial más común entre las personas. Además, en personas mayores de 60 años, entre el 25 y el 30% sufren presbiacusia, hipoacusia por deterioro natural de la audición.
1. Presbiacusia en personas mayores
La presbiacusia, se caracteriza por una pérdida auditiva en los dos oídos, sobre todo en frecuencias agudas que repercute directamente en la comprensión de las palabras, causando problemas en el procesamiento de la información auditiva.
Al igual que otros tipos de pérdida auditiva, la presbiacusia tiene consecuencias sobre todo en el entorno social, derivando en una mayor dependencia de sus familiares, así como aislamiento de la persona que la padece.
Hay evidencias que demuestran que la pérdida auditiva en los adultos mayores puede tener efectos negativos sobre la cognición (memoria, atención), aumentando el riesgo de padecer deterioro cognitivo en aquellas personas que tengan pérdida de audición.
Hay que considerar la importancia de estudiar la relación entre la pérdida auditiva y las habilidades cognitivas debido al crecimiento del envejecimiento de la población, además de la prevalencia de pérdida auditiva y deterioro cognitivo en los adultos mayores.
1.1. ¿Cómo detectamos si hay presbiacusia?
Existen una serie de preguntas que pueden ayudarnos a detectar una pérdida auditiva en uno mismo o en un ser querido:
2. ¿Cómo se detecta el deterioro cognitivo?
Para detectar el deterioro cognitivo en un adulto mayor podemos basarnos en diferentes situaciones y factores:
2.1. Factores de riesgo que aumentan la probabilidad de sufrir deterioro cognitivo:
Según diferentes estudios, hay una serie de factores que pueden ayudar a prevenir el deterioro cognitivo en personas mayores. Entre ellos se encuentran:
Oye bien y tendrás un cerebro sano
El oído es el órgano que despierta al cerebro. Cuando el cerebro deja de recibir señales auditivas, parte del cerebro encargada de procesar la información auditiva se va dejando de utilizar.
La pérdida de audición acelera el envejecimiento cerebral y, si no se corrige, la persona que la padece irá perdiendo memoria y capacidad intelectual.
Además, utilizar audífonos facilita la participación de la persona en actividades sociales, y le da independencia para sus actividades del día a día.
Por lo tanto, los audífonos mejoran significativamente la calidad de vida de las personas y potencian y estimulan la función cerebral. Ya hay estudios que demuestran que el uso de audífonos puede retrasar la aparición de enfermedades y trastornos como la demencia, depresión o ansiedad.
El 80% de las pérdidas auditivas pueden tratarse con un audífono. Detectar y controlarla pérdida auditiva es fundamental, y para ello las revisiones auditivas son prioritarias