La mayoría de las pérdidas auditivas son progresivas, por lo que es importante detectar los síntomas a tiempo para tratar el problema cuanto antes. Las personas afectadas suelen tardar en darse cuenta e incluso podrían ser familiares o amigos quienes lo noten primero.
Conociendo los síntomas y causas de la pérdida auditiva podremos abordarla cuánto antes, mejorando a tiempo nuestra capacidad de audición a través de ayudas técnicas, como audífonos o implantes cocleares.
Te explicamos cuáles son las señales que te ayudarán a detectar la pérdida auditiva de forma temprana y cómo puedes tratarla para evitar que vaya a más.
La mayoría de casos de pérdida auditiva se da en personas mayores, conociéndose esta patología como presbiacusia; sin embargo, esto no quiere decir que otra persona más joven no pueda sufrir sordera.
Existen casos en los que se empieza a perder la audición a una edad más temprana, incluso casos donde la sordera es congénita. Detectarla a tiempo es una gran ventaja ya que se puede conseguir frenar esta pérdida de audición, y proveer apoyos para mejorar la capacidad de escucha.
La mayoría de problemas auditivos se dan gradualmente, sin ningún tipo de molestias ni de dolor. Ante la falta de información, el entorno y los familiares suelen adaptarse al déficit auditivo de la persona, prácticamente sin darse cuenta.
Te dejamos algunas preguntas para que puedas determinar si existe la posibilidad de que alguien de tu entorno, o tú mismo, esté padeciendo algún grado de hipoacusia:
Estos son los principales síntomas que nos ayudarán a detectar pérdida auditiva por lo que, si la respuesta ha sido ‘sí’ a dos o más preguntas puede que la persona padezca una pérdida auditiva. En este caso, lo mejor será acudir a un especialista.
Para detectar pérdida auditiva en nuestro entorno la primera señal que observaremos son los signos sociales. En cambio, para saber si este tipo de problema nos está afectando en primera persona, nos fijaremos en los signos emocionales y clínicos.
Uno de los principales signos sociales con el que podríamos darnos cuenta que alguien sufre hipoacusia es cuando ésta sube en exceso el volumen de la televisión o del radio. Este es uno de los primeros signos que nos mostrarán que algo está fallando, y será fácil de identificar, ya que para las personas del entorno resultará molesto.
Las personas que empiezan a padecer pérdida auditiva suelen pedir que se vuelva a repetir una palabra o frase: no pueden seguir las conversaciones con fluidez y tienen dificultad comunicativa en situaciones ruidosas, como un bar o la calle.
También muestran dificultad para entender a mujeres y niños. Esto ocurre porque las primeras frecuencias que una persona empieza a dejar de escuchar son las frecuencias altas, y las voces de estos dos grupos de personas se sitúan en tonos agudos.
Los signos emocionales los podemos identificar en primera persona: la irritación, el estrés y el cansancio pueden ser síntomas de una sordera incipiente. El cansancio viene derivado por el esfuerzo que se hace al intentar oír lo que dicen los demás, al intentar seguir las conversaciones.
También es habitual perder información importante en las reuniones de trabajo o con amigos.
Cuando notamos pérdida de audición podemos sentirnos inquietos ante la perspectiva de conocer gente nueva, por miedo a crear malentendidos, además de sentirnos incómodos en situaciones que antes solíamos disfrutar.
Por otro lado, tenemos los signos clínicos. Estos signos pueden comprobarse fácilmente por la propia persona que empieza a detectar su pérdida auditiva.
Hoy en día, muchos casos de sordera se dan por antecedentes familiares, así como otros factores de riesgo relacionados con la hipoacusia. Esto no quiere decir que los padres sufran este tipo de problema, pueden ser portadores recesivos del gen vinculado con esta patología.
La hipoacusia congénita suele ser fácil de detectar, ya que se realizan cribados neonatales para identificar este tipo de problemas. Puede estar causada por agentes que han dañado el oído durante el desarrollo del feto.
No son síntomas como tal, pero entornos ruidosos, como nuestro lugar de trabajo, nos ayudarán a detectar la pérdida auditiva de forma temprana. Nunca está de más realizarnos una revisión auditiva.
Los medicamentos pueden ser perjudiciales también para nuestra salud auditiva. En el caso de estar tomando fármacos, deberemos asegurarnos que no son ototóxicos, es decir, que entre sus efectos secundarios no está la posibilidad de que dañen nuestro oído.
Ante los primeros síntomas de pérdida auditiva solemos aplazar la decisión de acudir a un especialista médico, pensando que es un tapón, o una afección pasajera. Recomendamos que al menor signo de hipoacusia se acuda a un especialista: solo él podrá identificar el problema de forma inmediata y proponer una solución adaptada.
Las principales ayudas técnicas frente a la pérdida auditiva son:
Después de realizarte las diferentes pruebas auditivas, el audioprotesista te ayudará a buscar una solución para tu pérdida auditiva y mejorar tu capacidad de audición.
Ya que muchas de las pérdidas auditivas no tienen cura, lo mejor que puedes hacer es tomar precauciones al respecto. Si sigues los siguientes consejos, podrás evitar perder tu audición a una edad temprana: